domingo, 18 de octubre de 2015

LA DERREGENERACIÓN DEMOCRÁTICA DE RAJOY

El título de hoy desconozco si es correcto, ya que parece que en este país es la extrema derecha la que ha tomado las riendas del gobierno y no tenía yo tal concepto del señor Rajoy, al menos ese no.

El partido en el gobierno, que parece que preside Rajoy, tiene tantas causas y fundadas sospechas sobre irregularidades y presuntos delitos de miembros y afines, que ha dejado al gobierno socialista de principios de los 90 como meros aprendices de brujo, y los peperos actuales son ya verdaderos hechiceros y algunos parece que dominan hasta la magia negra.

Entre los miembros de este gobierno y otros notables de su partido se realizan actividades que en cualquier otro país occidental hubiera supuesto que hubieran ofrecido explicaciones convincentes o hubieran presentado su dimisión irrevocable. Un ministro, Soria, que paga 70 € por una suite presidencial de 1.700 € por noche, no da explicaciones y parece que eso debe ser normal. Señores como Pujalte o Trillo que facturan cientos de miles de euros por informes “verbales”, algo que debe ser de lo más natural. Un portavoz, Rafael Hernando, que declara: “Algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones”, y ahí sigue. Un tal Montoro al que hasta un miembro de su mismo gobierno lo acusa de haber filtrado, cuanto menos, que le estaban realizando una paralela (y éste no es Monedero), y nada, también debe ser algo habitual. Y se podría seguir, pero no es cuestión de aburrir. Si hasta el que dicen que manda ya debiera haber dimitido cuando apoyó explícitamente a uno de los pocos que ellos ya han condenado (y todavía no los jueces), o que ahora paga del erario público los cuidados que recibe su padre, ¿qué cabe esperar de sus lacayos? Pues eso, vía libre, y a seguir el ejemplo del jefe (o supuesto), faltaría más.

Rajoy prometió en su momento que iba a aprobar medidas de regeneración democrática. Al menos reconocía que existía degeneración. Aunque si en vez de proponer tanta medida más de uno, de dos, de tres,... (empezando por él mismo) se hubieran ido a su casita pues se hubieran ahorrado el espectáculo que ahora está dando este partido. Eso sí, mi Espe que no se vaya, haya hecho lo que haya hecho, si ha hecho algo, porque al menos le pone pimienta al cotarro y me harto de reír con ella.

Las medidas de “regeneración” que se le ocurren, entre otras, son las de legislar para conseguir la impunidad de facto de muchos de sus “honrados” imputados (ahora ya son “investigados”, perdón) ya que queda poco tiempo para las elecciones y no se sabe quién puede gobernar al final. Lo de pasar de imputado a investigado fue otra de las genialidades eufemísticas “regeneradoras” de nuestro portentoso presidente.

En nuestro país muchos mass media son otros actores políticos más y su presión parece evidente en las decisiones del desnortado Rajoy. Queda poco para las elecciones y deben existir muchos intereses en juego. Es evidente que existe una verdadera simbiosis entre el aparato mediático propepero y el ala más extrema del mismo. Esta semana una señora que presume de demócrata, Isabel San Sebastián, dijo que los empresarios estaban presionando para que hubiera una gran coalición PP-PSOE y hasta habló de presiones internacionales, y se quedó tan pancha la criatura. Si ella dijo eso y no sintió el más mínimo rubor al hacerlo, yo tampoco tengo porque sentirlo al calificarla de una periodista de mentalidad totalitaria que reconoce explícitamente que quienes deben gobernar son los poderes económicos y fácticos. De la que sí tengo claro que, si no es fascista, sí se autodefine de pro franquista es una tal Paloma Zorrilla que declaró en un medio de comunicación: “Las dictaduras rojas y los etarras asesinan, Franco ajusticiaba y por algo lo hacía”:

https://www.youtube.com/watch?v=gFo4eFDHpww

y esa es la línea de pensamiento de otra “demócrata” de este país. Si este gobierno se deja influir por las opiniones que vierten “brillantes analistas” en medios como 13TV, dónde en un momento dado se declaran convencidos liberales y no esperan cinco minutos para a continuación defender que el Estado tiene la obligación de sufragar del erario público una educación elitista (curiosamente controlada por la Iglesia católica) estamos aviados. Yo tengo que contradecir al rojerío de este país cuando los califica de neoliberales, en realidad son jetaliberales.

En este país lo que urge realmente es que se modifiquen ciertas estructuras de nuestra “democracia”, lo que me obliga a entrecomillarla para referirme a ella. En España es necesario realmente que exista una verdadera separación de poderes, o al menos que la judicatura sea realmente independiente. Y esto, me temo, que no interesa al PP, casi seguro al PSOE tampoco y a muchos medios apesebrados, ellos sabrán por qué, menos aún.

En España el control que sufren los jueces desde el poder político es intolerable, pero así lo tenemos constitucional y legalmente establecido. El Ministerio Fiscal, en ocasiones, más que cumplir las funciones que le encomienda el artículo 124.1 de la CE, parece estar a la orden del Gobierno que nombra a su superior jerárquico (en esos casos parece una duplicidad de la Abogacía del Estado). Los miembros del Constitucional y del CGPJ se eligen por los políticos. Esto provoca que estén fuertemente politizados. Lo del Constitucional es de juzgado de guardia ya que su presidente era un afiliado del PP, que pagó cuotas al partido siendo magistrado. El CGPJ, aunque se supone la independencia de jueces y magistrados, tiene facultades sobre ascensos, cuestiones disciplinarias, etc. Tampoco hay que ser un genio para concluir que tienen que ir con pies de plomo cuando procedan contra los poderes políticos y fácticos.

El PP (o PSOE en otras ocasiones) dispone de mayoría absoluta, pero ello no significa que representen ni mucho menos a la mayoría absoluta de los que votaron. A pesar de ello no se establecen reglamentariamente mecanismos de control reales que obliguen al ejecutivo a dar explicaciones cuando un número de parlamentarios que se fije lo solicite y no puedan usar el rodillo parlamentario para evitarlo si no les conviene. Esto solo consigue, entre otras razones, que muchos ciudadanos no entiendan cual es la función del legislativo.

No tiene sentido que si la justicia ha de ser ciega, en ocasiones, desde los órganos de gobierno de los jueces, se establezca que se suspendan las actuaciones judiciales en períodos electorales por la influencia que pueda tener en los resultados de los mismos. Si algún partido tiene a candidatos imputados, pues que no se presenten o que acepten las actuaciones. Que yo sepa no se puede estar en misa y repicando.

No es de recibo que en este país se legisle en caliente, con leyes que se elaboran ad hoc en ocasiones. Si hay que proteger a los amigos que a su vez también son amigos de lo ajeno se hace. Si en su momento se aprobó una Ley de Partidos Políticos que era un verdadero coladero, pues se hizo. Si ahora hay algún pirao que más que en la cárcel debiera recibir atención especializada, pues se faculta a un politizado Constitucional para que pueda proceder contra él. Todo ello responde a las presiones que se realizan desde determinados medios que todos conocemos.

El problema que tenemos en este país con nacionalistas vascos y catalanes no se puede realizar por imposición de ninguna de las partes, ni de nacionalistas ni de los que quieren la unidad del país. Se ha de realizar con mano izquierda, diálogo y también cierta firmeza.

Quien quiera hacernos creer que en este país existe independencia de la justicia, cuando en cuanto se celebraron las autonómicas catalanas “se acordaron” de la consulta tolerada y citaron a declarar al iluminao, es que padece alguna tara. Se puede dudar sobre si era ilegal o no la consulta, pero dejarlo pasar y poco después de los comicios proceder a llamarlo a declarar es que el de la tara cree que los demás estamos igual. Porque hay que estarlo para no tener tan siquiera el disimulo de dejarlo pasar un tiempo prudencial. Hacer caso a los guerracivilistas de siempre en el contencioso catalán conduce a una reacción (que hasta comprendo) por parte de los catalanes que se sienten agredidos y apoyan al heredero del Res Honorable sobre el que existen muy serias dudas de porcentaje variable, y convertir a un impresentable en un pseudomártir de la causa independentista. Éste como muestra de su gallardía y valor ante el tirano opresor se ha declarado responsable político del 9-N. Ese enorme valor que muestra el susodicho tiene escasos antecedentes genéticos en su familia cuando por aquí mandaba el Caudillo.

Ante la lacra terrorista aprobaron entre PP y PSOE una Ley de Partidos Políticos que se demostró como un coladero, no daba muestras de ser propia de una democracia de calidad precisamente y mantiene en prisión a Arnaldo Otegi, que lleva ya seis años encarcelado por intentar reconstruir un partido ilegalizado, Batasuna. Un Constitucional politizado en sentido pepero rechazó por siete a cinco su recurso de amparo. Nuestro país ha sido condenado a indemnizarle por vulnerar su derecho al ejercicio de la libertad de expresión por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en otra sentencia anterior que tuvo. Numerosas personalidades extranjeras, entre ellos algunos Nobel de la Paz o alguna que obtuvo el Pulitzer entre otros, han solicitado su puesta en libertad, y sigue encarcelado. Este señor se puede considerar un preso cuasi político de nuestra democracia, que lo único que puede conseguir con ello es convertir a un personaje con más oscuros que claros en un mártir (sin pseudo) al que venerar el nacionalismo radical vasco. Con Amaiur retorcieron el Reglamento de la Cámara para lograr que una formación con siete diputados no tenga grupo parlamentario propio, y sí lo tengan otras con menor representación (UpyD y PNV). Y todo ello a pesar de las razonables quejas del resto de formaciones del Grupo Mixto.

Un político tan poco sospechoso de independentista o nacionalista, y de su propio partido como Maroto fue desautorizado en su momento cuando intentaba un cierto acercamiento a la izquierda abertzale. Otra peligrosa atea radical, Arantza Quiroga, ha dejado la presidencia del PP vasco por intentar moderar su discurso ante ETA, ya que ve que su partido allí va a caer en la marginalidad. A una de las cabezas jóvenes mejor amuebladas de ese partido, Borja Sémper, lo tienen marginado; quizá solo por ser un político razonable que declaró que él se tenía que entender con los abertzales, y que dónde quería ganarles era en las urnas.

Pero por puro electoralismo y por no perder votos se impone la línea dura que le trazan desde la extrema derecha mediática, que no deja de exigir que ETA debe aceptar su derrota. Parece que todavía no se han dado cuenta que ETA está derrotada y que quizá si dialogaran algo con la izquierda abertzale, se disolverían y hasta podrían pedir perdón a las víctimas. De derrota y victoria se habla cuando se trata de una guerra y el PP niega que haya existido tal. Con ETA se ha acabado por la superioridad moral de nuestra sociedad al no ponerse a su altura y la consiguiente degeneración de la banda. En cualquier caso en una guerra cuando se firma la paz raras veces el vencido acepta la derrota incondicional. Al menos podrían permitir que los propios vascos (incluidos los peperos de allí) se entendieran entre ellos, que a fin de cuentas son los que tienen que convivir juntos.

Los medios que defienden nuestro perfecto sistema político tratan de desacreditar a las nuevas formaciones (aunque lógicamente hay que reconocer que aún no han tenido tiempo de adquirir los pertinentes conocimientos que poseen otros para lo que todos sabemos) de falta de experiencia de gestión. Parece que olvidan la edad con la que Suárez, Felipe, Aznar o Zapatero llegaron a la presidencia. O que el gobierno que llevó a cabo la transición se le llamo “Gobierno de PNN”. La memoria en ocasiones parece interesada. Normalmente un dirigente político, aunque deba tener formación, lo que debe ser es razonable y dejarse asesorar por los expertos en cada materia a la hora de tomar las decisiones.

Esta noche en el programa de Évole emiten un debate que parece ser que será a calzón quitao (y no los paripés que se dan en este país cuando hablan de debates) entre Pablo Iglesias y Albert Rivera. Creo que será más interesante que volver a sintonizar 13TV, ya que esto se puede convertir en droga dura y me puede conducir al mismo centro que al iluminao catalán para recibir un tratamiento de desintoxicación.

Fermín.

domingo, 4 de octubre de 2015

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El hecho de que sea realmente difícil que la virtud esté en los extremos no justifica tampoco la equidistancia. Y en el contencioso catalán tengo claro que el principal responsable es Artur Mas y el presidente de gobierno que menos responsabilidad tiene para que se haya llegado a esta situación de los que hemos tenido hasta ahora se llama Mariano Rajoy, a pesar del concepto que tengo de este brillante opositor que explicaré más adelante. Como no es cuestión de repetirse ya escribí en su momento algo al respecto:


Lógicamente cuando escribí aquello yo pensaba que este espécimen estaba en sus cabales, pero después de ver el espectáculo del pasado domingo donde después de obtener los apoyos que ponen título a este texto (Sumando todos los independentistas del más variopinto pelaje ideológico parece que son los que van a todos los fregaos y alguno más que se haya incorporado, lo previsible. Y después cuando muchos de ellos dicen que se alegra de que la participación haya sido alta pensaría que se trata de un marciano, si no fuera porque comprendo que se trata de la clásica hipocresía de los políticos. Realmente lo que les hubiera interesado es una menor participación para conseguir su propósito, que de momento se ha neutralizado en parte, por los que veían -y ya se sabe que normalmente en Cataluña la participación es por sistema bastante inferior en  las autonómicas que en las generales- que este ente podía conducirnos a todos, empezando por ellos, a una verdadera catástrofe) dónde se le veía reír, aplaudir, parecía en estado de éxtasis, que levitaba, etc. Todo un verdadero espectáculo surrealista en definitiva. Afortunadamente hoy ya he conseguido dejar de reírme y estoy escribiendo esto. Mi conclusión sobre esta cosa es que nos encontramos ante una mente realmente compleja, impredecible y extravagante, y por tanto difícil de analizar. Como sobre esta extraña criatura ya llevo hasta un verdadero tratado para intentar descifrarlo me limito a dejar los enlaces (además del anterior) y el que tenga paciencia que los lea:
                                                                                                                                            







Mi opinión es que estaba simulando y que iba en busca de la pela, pero comprenderlo realmente sería tarea del mejor Nobel en Psicología que se hubiera dado o se dé, en el caso de que existiera tal premio.

Por supuesto el hecho de que considere al elemento en cuestión como el principal responsable, no quiere decir que sea el único precisamente. Podríamos empezar desde la plebe donde existen españoles que parece que no comprenden que lo más normal es que las personas se expresen en la lengua con la que se sienten más cómodos y ésta suele ser la materna (y por ello no hay que llamarlos polacos). Hay otros que, aunque se dan cuenta que si no se les habla en español su interlocutor no lo comprende, se mantienen en sus trece y no cambian de idioma sencillamente porque no quieren y no tienen  la más mínima educación. A pesar de ello pensaba, y sigo pensando, que en ambos casos son una minoría, y aunque tampoco me he puesto a contarlos  también hay que comprender que hay más españoles no catalanes que catalanes.

De momento, por si ya no estaba claro, el ser  en cuestión ha partido a su propia sociedad en dos, para simplificar. Y cuando ahora te encuentras que el debate para muchos está en quien tiene la mayoría absoluta (y que yo sepa no la tiene ninguno)  o quien no la tiene; o quien tiene el 48% y quien el 52%, etc., etc.,  te das cuenta que lo que tratan es de imponer y no de buscar una solución dialogada de una vez por todas.

Yo, particularmente, soy partidario de que los plebeyos tengamos mayor capacidad de participar en la res pública, y tener mayores facilidades para la convocatoria de referendos es una de ellas. Pero los catalanes debieran comprender también que en este caso solo se conseguiría dar más mora al problema y no es la solución. Y la respuesta la tienen en su mitificado Quebec.  Creo que ya han perdido dos, en cuanto vean alguna posibilidad convocan otro y esto es el cuento de las habas que nunca se acaba (o si se acaba, lógicamente, es cuando alcancen su propósito).

La solución por tanto debe ser política y el problema es que si políticos más capaces (Pujol después de lo que se conoce prefiero no mencionarlo) como Suárez (que bastante consiguió con dejar nuestra democracia medianamente encauzada) o Felipe que para conseguir la gobernabilidad del país empezó con cesiones (que si se hubiesen tenido que hacer, debiera haberlas hecho de otra forma) no lo consiguieron, con los que disfrutamos actualmente lo veo prácticamente imposible. Y a continuación me explico al respecto.

Nuestro presidente de gobierno, por mucho que destaque mi entrañable Marhuenda sus extraordinarias capacidades, demostró en una reciente entrevista concedida a Alsina para Onda Cero, que no es solo que tenga menos reflejos que Casillas en el pasado Mundial, sino que desconocía cuestiones tan básicas como el hecho de que no se puede desposeer de la nacionalidad española a un español de nacimiento a no ser que él así lo desee. Y para esto no es necesario saber tanto de Derecho como algunos dicen que sabe. Basta con aplicar el sentido común para comprender que no se puede convertir (al menos en una democracia) en apátrida a un ciudadano tan fácilmente  como él entendía. Y algunas otras lagunas en las que ya no me extiendo. Esto unido a lo que escribí en “El esperpento ibérico” (cuyo enlace figura más arriba) me hace temer que ya no sabemos ni quien nos gobierna. Porque cuando lo escucho en ocasiones en el Congreso parece un papagayo que cuenta lo que ha memorizado (o le han dicho que memorice) y ya de ahí no sale.

Si éste señor es la cúpula del país, ¿qué podemos esperar de los que estamos por debajo?

Pues sin salirme de este maravilloso partido tenemos que la oposición la tienen ya dentro. Un ex presidente (de lo más mediocre, dicho sea de paso) que parece que no acepta que él ya no manda, aunque que si mandaba sobre el que se supone que manda ahora. Mi querido Aznarín debiera comprender que a veces hay que elegir entre mangonear o forrarse, pero quizá las dos cosas a la vez no pueden ser. O una señora, como decía no recuerdo quién, “de cuyo nombre no quiero acordarme”, que dijo lo que dijo por dos veces con rotundidad en “La Sexta Noche”  y al día siguiente ya estaba desmintiéndolo. Mejor hubiera sido que se hubiera escondido debajo de una piedra hasta que pasara el temporal para volver a asomar la cabeza. Esta individua no sé si piensa que los demás tenemos su “inteligencia” y no nos damos cuenta que lo dijo independientemente de que las palabras textuales fueran otras. Pero ahí que continua ella, de concejala, hoy queriendo apoyar a uno, mañana al contrario, etc., etc... Y lo peor es que todavía hay quienes la defienden. En fin en este caso lo mejor es aplicar aquello que decimos en el sur (al menos) cuando nos preguntan a qué vuelta se cae un perro. La respuesta es que a la última. Y por tanto ya llegará, ya llegará,...

El partido que dice que es el principal de la oposición para llegar algún día a parecerse a lo que fueron, debieran empezar por aclarar el cacao que tienen montado en su propio seno. Y podrían empezar por dejar meridianamente clara, de una vez por todas, su relación con el PSC. Ahí dejo otro enlace que ya escribí en su momento:


Y cuando lo hagan que nos expliquen a los demás en que consiste eso del “federalismo asimétrico”. España tiene mucha historia (aunque hay otros que tienen aún más); hemos sido provincia romana, ha habido reinos diversos, condados, taifas, moros y cristianos, etc., etc... Pero federal solo lo fue de alguna manera durante la I República que acabó antes de que empezara. Que existan en otros países como EE.UU. o Argentina que surgieron como todos sabemos es más comprensible. O en Alemania, que se unificó en el XIX, y donde los norteamericanos prácticamente lo impusieron para evitar una excesiva concentración de poder en ese país después de la que organizó el amiguete Adolf. Pero  cuando ponen el adjetivo asimétrico (para dar satisfacción a los independentistas) debieran explicarlo con mayor claridad aún, dado que así por encima parece que los que van de solidarios entre los españoles pretenden acentuar la insolidaridad interterritorial. Porque esto parece el mundo al revés, o es que están mal de la azotea y quieren que el resto acabemos como ellos.

Ahora hemos descubierto que la gran esperanza blanca se llama Ciudadanos habida cuenta el éxito obtenido en Cataluña, pero o yo estoy equivocado o es que Cataluña es Cataluña y España es algo más grande. Como ya también escribí en su momento algo al respecto ahí dejo otros dos enlaces:



Ciudadanos es un partido donde existe gente joven con propuestas muy razonables, que se pueden discutir, y compartir o no en mayor o menor medida. Ayer particularmente Inés Arrimadas, en “La Sexta Noche”, demostró que encima de sus hombros además de una bella cara tiene una cabeza muy bien amueblada. Lástima que el Mundo en una fotografía insólita nos privara de tan hermoso rostro y solo nos mostrara su no menos destacable cuerpo (aunque sin cabeza). Pero no tienen ni estructuras, ni candidatos suficientes y  medianamente solventes en el resto del país. Además no dejaban  de largar las condiciones en que iban a apoyar al PP y en una reciente portada en “El País” leí algo sobre su disposición a apostar por el PSOE. No sé si todavía están a tiempo y aprovechan que están en la cresta de la ola o las tienen claras. Máxime cuando el aparato mediático propepero le está viendo las orejas al lobo y ha puesto en marcha su maquinaria una vez que ya les ha hecho el servicio en Cataluña.

Lo de Podemos por si ya no estaba claro se ha confirmado. Es comprensible que en Ciudadanos, aunque se dediquen a la política, son jóvenes y por tanto bisoños. Pero por una vez, y espero que no sea un precedente, coincido con mi admirado Paquito. Yo ya suponía que Políticas no era precisamente Ingeniería de Caminos, pero como se les observaba cierto discurso, hay tanto doctor en esa ciencia, y alguno que otro parece que la nota más baja que obtenía era matrícula de honor esperaba que no cometieran tanto error estratégico como han cometido. Pero cuando yerran en algo que conocen hasta los más ancianos como es aquello de que “el que mucho abarca poco aprieta” no me duelen prendas en darle la razón a Marhuenda. En esa facultad se debe estudiar poco o casi nada, cuantas más veces y más alto se diga Lenin más se asciende. Empezarán por ser profesores asociados, cuando algún catedrático vea que alguno grita Lenin con más fervor que el resto lo hace profesor titular, así se conseguirán las cátedras, después el decanato y como para el rectorado no tendrán votos al que grite Stalin con más convencimiento, pues  dan un golpe de Complutense y lo hacen rector, que es como los mencionados entendían la democracia. Por tanto Podemos se irá diluyendo poco a poco como un azucarillo.

Para encontrar algo de coherencia hay que irse a IU, lo que sucede es que estos señores no evolucionan  y parecen anclados en el siglo XIX. Además su líder, Garzón, aunque tiene nivel es joven y está en la idea de que la política son matemáticas (que  de eso parece que se estudia en Económicas), y pretende formar un frente a la izquierda del PSOE. Quizá debiera saber que en las “matemáticas” políticas dos más dos pueden ser cuatro, seis, uno, etc., y eso depende de muchos factores. En cualquier caso es una formación sólida que tiene la base del PCE, y tendrá continuidad en el futuro con sus altibajos y con un techo que al no evolucionar difícilmente superarán.

Otro político con seso es Urkullu, pero para este señor su concepto de país es mucho más pequeño que para la mayoría de los españoles. Procura simplemente que no le toquen sus privilegios, lanza la caña por si queda algo que todavía no haya pescado, de vez en cuando le ordena a alguno de sus voceros que diga alguna cosita no sea que alguien en Madrid se atreva a tocarle lo que ya tienen, etc., etc…  Y yo además incluso añadiría que, por mucho que reivindiquen, al PNV tampoco le interesa mucho su unión con Navarra, ya que este hecho haría que este partido perdiera más influencia aún en aquellos territorios.

Visto lo visto el panorama político que tenemos da miedo, pero como soy de la opinión de que en democracia, al menos en teoría, cada pueblo tiene los dirigentes que merece no pasa nada por bajar en el estrato social.

En este país hay muchos medios que más que de comunicación son de manipulación. Particularmente a mí me gusta que existan medios que abarquen todo el espectro político con la mayor amplitud posible. Pero creo que la diferencia entre defender una posición política determinada y unas siglas políticas determinadas es evidente. Por tanto cuando algunos señores (que no creo que sea necesario que nombre) quieren hacerme creer que lo blanco es negro en tanto su rostro se va encarnando no sé si piensa que soy tonto, que me quiere volver loco, que es él el que está mal de la perola es él, o lo que creo y estoy casi seguro, que se trata de un periodista, pero periodista orgánico.

El ejemplo de la portada de “El Mundo” con Inés Arribadas descabezada y de fondo difuminada la fotografía del rostro de Rivera,  por mucho que digan, yo no la considero precisamente machista (aunque algo habrá de ello) sino que su intencionalidad es intentar desprestigiar a Rivera mostrándolo como un líder que no se atreve a dar la cara y se esconde detrás de una mujer sin cabeza. Esta ausencia de cabeza si va en el sentido de ningunear e ignorar a Arribadas. Esto muestra el nerviosismo pepero, pero creo que o Ciudadanos es listo para reaccionar o los diluyen poco a poco.

Aunque la verdadera responsabilidad en última instancia recae en nosotros, los plebeyos. Imagino que en la mayoría de los países hay personas que consideran que la política es una religión, pero me extraña que abunden tantos como los que hay en el nuestro (quizá sea que nuestra democracia no sea tan madura como otras, el recuerdo todavía de la Guerra Civil o qué sé yo).

Parece que cuando escuchan al clérigo-liderete mientras suelta el sermón quedan obnubilados y eclipsados ante la brillantez con que se expresa el religioso. Esta circunstancia la aprovechan algunos de sus acólitos para registrar los bolsillos de los feligreses mientras ellos están extasiados. Pero ya se sabe que eso del fuego eterno da terror de solo imaginarlo y yo en cuestiones de religión prefiero respetar las diferentes creencias. Al no ser creyente prefiero meterme las manos antes firmemente en los bolsillos, escuchar con atención a los liderillos y como sé que de ninguno puedo esperar gran cosa y aun así debo votar, pues lo hago a aquél que menos malo me parezca según los comicios de que se trate. Porque lo que sí tengo claro, y no desde ahora, sino desde hace mucho tiempo es que mi minúscula papeleta es mía y de nadie más.

Visto el panorama y habida cuenta que ya Marte me parece demasiado cercano para probar fortuna fuera de la Celtiberia como pensaba la pasada semana, me estoy planteando otros horizontes.

Para la ciencia, a diferencia de la religión, no existen verdades absolutas. Así como Einstein dejó la física newtoniana como una cuasi perfecta aproximación para distancias muy pequeñas (en términos astronómicos) y se estableció la velocidad de la luz como una limitación insuperable, que no permite moverse prácticamente a los caducos humanos de la química del carbono, cualquier día surge otro genio de la Física que ofrece alguna alternativa diferente. Recuerdo que en una novela, Isaac Asimov (físico que era) planteaba (aunque era ciencia ficción) lo que denominó “salto interespacial” o algo parecido (además sin que el cuerpo prácticamente lo notara) que permitía viajar en el espacio-tiempo de forma casi instantánea. En ese caso me monto en mi nave y me paseo por el Universo de salto en salto por si topo con esas extraordinarias inteligencias que pudieran existir y no me quieran desayunar. Porque el panorama que por aquí se observa llega a  asustar.

Comprendo que el que se lea esto (incluso sin incluir los enlaces) debe disponer de tiempo y una paciencia infinita, pero asimismo reconozco mi incapacidad de aunar el análisis que pretendía y una mayor síntesis.

Por tanto pido disculpas a la mayoría, lo agradezco al que lo haga y hasta que regrese del Extrauniverso,

Bye, bye,

Fermín.