En la sociedad actual nuestros gobernantes, ya sea la izquierda o ya
sea la derecha, realizan políticas que, aunque con algunas lógicas
diferencias, en lo esencial no varían tanto. Realmente por mucho que nos
quieran camelar, los ciudadanos decidimos menos de lo poco que nos
creemos. Por tanto resulta extraño que nuestros políticos antepongan
unas supuestas y exageradas (aunque en la práctica quedan en poca cosa)
diferencias ideológicas a la decencia en unos casos y en otros, lo que
es aún peor, a condenar regímenes totalitarios y tiránicos.
Podría empezar por los nacionalistas de ERC. Puedo entender (aunque no comprenda a aquellos que en vez de derribar barreras pretenden elevarlas) que una fuerza política aspire a la independencia de un territorio. Lo que ya ni entiendo es que para conseguir esta ensoñación, que conduce a la división de su propia sociedad y que parece irrealizable, se pongan una pinza en la nariz y vayan de la mano con una formación política como CiU donde las evidencias no solo afectan a su líder histórico, sino que se extienden a toda la formación. Tampoco entendí a Ibarretxe cuando con parecido propósito no dudó al ofrecer oxígeno a radicales que justificaban y siguen haciéndolo a quienes, refugiándose en un sentimiento identitario, anteponían éste a la integridad física de inocentes.
Tampoco entiendo como por aquí abajo IU se ha prestado al juego de mantener en el poder un régimen corrupto y clientelar, que se puede decir que prácticamente compra el voto de los andaluces con cuatro subsidios y enchufes, en tanto muchos se han llenado los bolsillos con el dinero de todos, y que ha conseguido que la única estadística que encabecemos sea la del desempleo. Por mucho que la hija del fontanero nos quiera hacer creer que es ella la solución para sacar a la luz lo sucedido, no debemos olvidar que esta señora ha hecho carrera en ese partido y que ha participado en los gobiernos que, por mucho que se quieran hacer los nuevos si, como parece, no lo han hecho desde el poder, al menos lo han tolerado de forma cómplice. Quizá realmente lo que haga sea obstaculizar las investigaciones desde la administración autonómica.
Esta señora me recuerda, en femenino, al encantador de serpientes Felipe González y no me extrañaría que una vez que acabe con el hombre de paja del PSOE, se haga con las riendas del partido y engañe al resto de españoles como hace ahora con nosotros. Da la impresión que el próximo presidente socialista, aunque tarde más tiempo del que les gustaría, llevará nombre de mujer.
Quizá hubiera sido preferible que IU hubiera actuado como en Extremadura y hubiera intentado, en la medida de sus fuerzas, moderar las políticas del PP. No creo que el resultado en sus objetivos de política social hubiera sido muy diferente. Evidentemente les ha podido el miedo al aparato propagandístico y mediático del PSOE que hubiera vuelto a sacar el espantajo de la pinza que tanto perjudicó a esta formación en su momento.
Lo que ya es aún más injustificable e incomprensible es cuando las formaciones anteponen su ideología a la defensa de unos principios democráticos básicos que, además, dicen defender. Aquí no hablamos ya solo de que roben o no, hablamos de la vida, la integridad y la libertad de las personas. Puedo entender que el apoyo de IU al PSOE tenga justificación en intereses electorales, lo que ya no sé son los votos que les pueda proporcionar su tibieza e incluso apoyo de regímenes como el cubano. No entiendo que cuando a un dirigente de esta formación se le pregunta por Cuba se desvíe de forma mecánica a los EE.UU. Es cierto que éste es un país que tiene muchas cosas criticables, como el hecho de que haya que ir con la tarjeta de crédito entre los dientes hasta para que te proporcionen una aspirina, pero las cuestiones negativas de esta nación nunca debiera servirles para justificar un régimen corrupto, tirano, torturador, opresor, sin libertades y sin garantías que mantiene en la miseria a su población.
Con la novedad del momento, Podemos, ocurre otro tanto. No sé que réditos les puede proporcionar, por bien que vayan en las encuestas, no criticar lo que ocurre en Venezuela. No tanto por el fracaso económico que ya es tradicional en ese país, sino por la progresiva pérdida de libertades. O considerar Ecuador el modelo a seguir cuando, aunque es cierto que han obtenido importantes logros económicos, vive un cada vez mayor control de los medios de comunicación con la consecuente pérdida de libertades.
Hasta recuerdo las buenas relaciones y compadreos entre dirigentes socialistas y el tirano cubano. La derecha tampoco debiera ir de digna porque lo único que le ocurre es que le faltan referentes. Aún recuerdo, hace ya bastantes años, como la fallecida Encarna Sánchez, decía que aunque todas las dictaduras eran malas, las de derechas al menos no te impedían salir del país. Es decir, como son de los nuestros ya no son tan malos.
Para un ingenuo como yo que hasta me creo o quisiera creerme esto de la honradez pública, de la libertad y de la democracia, estas tibiezas y medias tintas cuando se trata de los míos me hacen dudar de que muchos otros que nos gobiernan sean igual de ingenuos y se crean esto también. No entiendo a aquellos para los que el fin (llámese independencia) justifica los medios. A aquellos que intentan ocultar y defender a los corruptos hasta que las evidencias lo hace insostenible. O a aquellos otros que defienden a algunos que puede que te curen el cuerpo, pero te enferman el alma.
Podría empezar por los nacionalistas de ERC. Puedo entender (aunque no comprenda a aquellos que en vez de derribar barreras pretenden elevarlas) que una fuerza política aspire a la independencia de un territorio. Lo que ya ni entiendo es que para conseguir esta ensoñación, que conduce a la división de su propia sociedad y que parece irrealizable, se pongan una pinza en la nariz y vayan de la mano con una formación política como CiU donde las evidencias no solo afectan a su líder histórico, sino que se extienden a toda la formación. Tampoco entendí a Ibarretxe cuando con parecido propósito no dudó al ofrecer oxígeno a radicales que justificaban y siguen haciéndolo a quienes, refugiándose en un sentimiento identitario, anteponían éste a la integridad física de inocentes.
Tampoco entiendo como por aquí abajo IU se ha prestado al juego de mantener en el poder un régimen corrupto y clientelar, que se puede decir que prácticamente compra el voto de los andaluces con cuatro subsidios y enchufes, en tanto muchos se han llenado los bolsillos con el dinero de todos, y que ha conseguido que la única estadística que encabecemos sea la del desempleo. Por mucho que la hija del fontanero nos quiera hacer creer que es ella la solución para sacar a la luz lo sucedido, no debemos olvidar que esta señora ha hecho carrera en ese partido y que ha participado en los gobiernos que, por mucho que se quieran hacer los nuevos si, como parece, no lo han hecho desde el poder, al menos lo han tolerado de forma cómplice. Quizá realmente lo que haga sea obstaculizar las investigaciones desde la administración autonómica.
Esta señora me recuerda, en femenino, al encantador de serpientes Felipe González y no me extrañaría que una vez que acabe con el hombre de paja del PSOE, se haga con las riendas del partido y engañe al resto de españoles como hace ahora con nosotros. Da la impresión que el próximo presidente socialista, aunque tarde más tiempo del que les gustaría, llevará nombre de mujer.
Quizá hubiera sido preferible que IU hubiera actuado como en Extremadura y hubiera intentado, en la medida de sus fuerzas, moderar las políticas del PP. No creo que el resultado en sus objetivos de política social hubiera sido muy diferente. Evidentemente les ha podido el miedo al aparato propagandístico y mediático del PSOE que hubiera vuelto a sacar el espantajo de la pinza que tanto perjudicó a esta formación en su momento.
Lo que ya es aún más injustificable e incomprensible es cuando las formaciones anteponen su ideología a la defensa de unos principios democráticos básicos que, además, dicen defender. Aquí no hablamos ya solo de que roben o no, hablamos de la vida, la integridad y la libertad de las personas. Puedo entender que el apoyo de IU al PSOE tenga justificación en intereses electorales, lo que ya no sé son los votos que les pueda proporcionar su tibieza e incluso apoyo de regímenes como el cubano. No entiendo que cuando a un dirigente de esta formación se le pregunta por Cuba se desvíe de forma mecánica a los EE.UU. Es cierto que éste es un país que tiene muchas cosas criticables, como el hecho de que haya que ir con la tarjeta de crédito entre los dientes hasta para que te proporcionen una aspirina, pero las cuestiones negativas de esta nación nunca debiera servirles para justificar un régimen corrupto, tirano, torturador, opresor, sin libertades y sin garantías que mantiene en la miseria a su población.
Con la novedad del momento, Podemos, ocurre otro tanto. No sé que réditos les puede proporcionar, por bien que vayan en las encuestas, no criticar lo que ocurre en Venezuela. No tanto por el fracaso económico que ya es tradicional en ese país, sino por la progresiva pérdida de libertades. O considerar Ecuador el modelo a seguir cuando, aunque es cierto que han obtenido importantes logros económicos, vive un cada vez mayor control de los medios de comunicación con la consecuente pérdida de libertades.
Hasta recuerdo las buenas relaciones y compadreos entre dirigentes socialistas y el tirano cubano. La derecha tampoco debiera ir de digna porque lo único que le ocurre es que le faltan referentes. Aún recuerdo, hace ya bastantes años, como la fallecida Encarna Sánchez, decía que aunque todas las dictaduras eran malas, las de derechas al menos no te impedían salir del país. Es decir, como son de los nuestros ya no son tan malos.
Para un ingenuo como yo que hasta me creo o quisiera creerme esto de la honradez pública, de la libertad y de la democracia, estas tibiezas y medias tintas cuando se trata de los míos me hacen dudar de que muchos otros que nos gobiernan sean igual de ingenuos y se crean esto también. No entiendo a aquellos para los que el fin (llámese independencia) justifica los medios. A aquellos que intentan ocultar y defender a los corruptos hasta que las evidencias lo hace insostenible. O a aquellos otros que defienden a algunos que puede que te curen el cuerpo, pero te enferman el alma.
Fermín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario