domingo, 10 de mayo de 2015

HACIA LA MONARQUÍA PLATANERA


A lo largo de la historia, quizá por su menor fortaleza física, a la mujer se la ha considerado inferior al hombre. A ello podríamos añadir que los grandes genios de la historia han sido mayoritariamente hombres (casos como el de Marie Curie se debería considerar una extraña mutación). En la actualidad, quizá también porque para muchas actividades no es tan necesaria la fuerza bruta, se acepta que tienen parecidas capacidades intelectuales y quizá sean  más equilibradas y constantes. Pero además es que parece que  las genias (o pseudogenias) empiezan a proliferar como setas. Que doña Esperanza es todo un espectáculo y además una embustera (entendiéndolo en la acepción de persona que miente) está sobradamente demostrado. Esta semana, como pensará que el resto de ciudadanos no nos acercamos a su indudable  talla intelectual, ha intentado convencernos de que no reconoció por dos veces de forma explícita y vehemente que en su partido cobraban en negro todos menos ella y Gallardón (ésta será la penúltima de sus genialidades).

En Andalucía otra señora de parecidas y brillantes capacidades pretende responsabilizar al resto de fuerzas políticas de la inestabilidad política actual.  Fue ella la que la generó al convocar unas elecciones cuando tenía presupuestos aprobados y apoyos parlamentarios suficientes. Decía que quería darle la voz al pueblo andaluz cuando la convocatoria solo obedecía a sus propios intereses personales (no a los de su pueblo y ni tan siquiera a los de su partido).  Andalucía ha hablado, como usted quería señora mía, le ha dicho que  su formación y usted tienen aún menos apoyos populares y  que porque otros lo han hecho aún peor es usted  la que debe gobernar. Pero además le ha dicho que debe negociar, dialogar  y aceptar muchas condiciones (como una verdadera limpieza del socialismo en esta comunidad y no palabras y promesas vacuas). Usted, señora mía, es la máxima responsable de la situación y la que tiene que asumir el liderazgo y buscarle solución. Le han solicitado muy poco para la que tienen aquí liada, y debe saber que los votos que le van quedando son los clientelares y los de los dogmáticos ideológicos. No nos tome por más tontos de lo que parece que usted cree que somos, por favor.

Supongo que habrá mujeres más serias, capaces y menos ambiciosas en nuestro país; se me me ocurre a Ana Pastor en el PP (eficaz, aunque discreta, y no tan graciosa y populista como las anteriormente mencionadas),  e imagino asimismo que lo mismo sucederá en las otras formaciones. Si no fuera así no tendría el más mínimo rubor en declararme Primer Misógino de España.

La felipesa en otra prueba de talento ahora se acuerda de proponer un sistema a doble vuelta. No es que sea mala idea sino que no es de recibo cambiar las reglas del juego según te interese. La Cospe (otra lumbrera que había olvidado, aprovechó su mayoría absoluta para modificar el Estatuto a su conveniencia y  la última encuesta del CIS le dice que quizá ni aún así logre la victoria). El partido en el gobierno abrió  un debate por el que pretendía modificar la ley electoral para que gobernara la lista más votada. Lo dejaron pasar por el rechazo que produjo esa idea y, quizá, alguno se daría cuenta de que si abrían ese melón otra mayoría en otro momento podría reformarla también a su medida. En cualquier caso si la hubieran aprobado hubiera sido legal, pero los legisladores que la hubieran votado (por mor de la ley D'Hondt) representarían a menos votantes que los que hubieran votado en contra.

En una democracia representativa (no dudo que más práctica y operativa) las Cámaras elegidas representan la voluntad popular de forma sesgada. Si el sistema es mayoritario las minorías quedan prácticamente excluidas como sucede en Reino Unido; si es con listas cerradas el votante tiene que transigir con la lista que imponga el partido de turno y provoca el  servilismo de los electos hacia la cúpula; nuestro sistema proporcional corregido por la ley D'Hont se convierte en cuasi mayoritario en la práctica; etc. Ningún sistema consigue un fiel reflejo del sentir de su sociedad. Además prácticamente en toda Europa (hasta en la presidencialista Francia) el ejecutivo termina emanando del legislativo, de tal manera que se elige a éste con objeto de garantizar la estabilidad de aquél. Hay que reconocer que así la proporcionalidad pura provocaría un sistema ingobernable. Sistemas perfectos no ahí.

En nuestra Constitución  el referéndum está supercontrolado y además no es vinculante;  la iniciativa legislativa popular no se puede ejercer entre otras para leyes orgánicas o tributarias (aunque en última instancia serían ellos los que tendrían que aprobarla), etc., etc., etc., ….

Nuestros políticos, todos ellos muy demócratas, aceptan la democracia (quizá atendiendo también los deseos de los poderes fácticos) siempre y cuando las decisiones populares no se salgan de determinados parámetros. Así en vez de intentar corregir en parte el sesgo que supone la democracia representativa dando mayor poder decisorio directo al pueblo, aprovechando el DNI electrónico e Internet para permitir más participación ciudadana, etc.,  lo único que se les ocurre a cada uno es modificar la ley electoral de forma que atienda a sus intereses partidistas. Si se debe modificar esta ley ha de ser en frío y con un amplísimo consenso (no solo PP y PSOE), y además podrían aprovechar para permitir mayor participación a la ciudadanía. Porque esto de modificar una ley tan importante  con las últimas encuestas en la mano, y cada uno aprovechar una mayoría coyuntural para hacerlo de modo que le salgan las cuentas, sería todo menos serio y propio no ya de Venezuela, sino del título del presente escrito.
 
Fermín.

domingo, 3 de mayo de 2015

A FALTA DE PAN, BUENO ES CIRCO


Hay que reconocer que de la clase política o casta (según palabras de  Cristina Cifuentes con las cuales  ha incorporado a Podemos al club) nunca  valoraremos suficientemente  el enorme servicio que nos presta. Semana a semana conocemos nuevas muestras de la indudable capacidad de los mismos.

Como lo de lo ERE's y cursos de formación en Andalucía ya aburre hoy destaco por parte del PSOE al que fue candidato en las últimas primarias de dicho partido, Eduardo Madina, que en aquella campaña no tuvo rubor en defender el aforamiento, ya que consideraba que si no un cargo público correría el riesgo de que cualquiera lo tuviera en los tribunales día sí, día también. Parece ser que en Francia u otros países donde esta figura es una rara excepción no ven este problema. Pero ya sabemos: “ Spain is different”.

Pocos se libran, aunque hay que reconocer que el partido del gobierno últimamente está que se sale. La divertida candidata a la alcaldía madrileña esta semana, en otra de sus brillantes genialidades, ha declarado que es necesario retirar a los mendigos de la vía pública por el altruista motivo del perjuicio que causa al turismo. Esta señora, católica ella, demuestra con ello una gran capacidad de síntesis entre la caridad cristiana y el progreso económico. Quizá en un futuro se estudie a esta señora en las facultades de Teología y Económicas como la precursora de una nueva línea de pensamiento que podríamos denominar neoliberalcatolicismo. Pero la aportación que más destaco de ella es el concepto neojurídico de “pena del telediario” habida cuenta de la cantidad de afines que la sufren. Yo pensaba que lo que les sucede a nuestros “honrados” políticos le sucedía a todos los ciudadanos aunque a menor escala. ¿O acaso cuando se detiene a una persona en cualquier localidad no sufre la condena pública de sus vecinos por ese mero hecho?  Esto guste o no guste ocurre con la justicia penal a todos los niveles y si sus correligionarios están en boca de todo el país es por su relevancia pública, pero que yo sepa nadie está obligado a estar en el candelabro. Ha habido  casos como el de Bretón (condenado por la opinión pública antes de ser sentenciado) o el caso Asunta Basterra que está en todos los medios y aún no han sido juzgados sus padres. Pero ella solo se acuerda cuando afecta los suyos. Cualquier día lo mismo se le ocurre acabar con la justicia penal, que puede que a veces no le guste, pero es necesaria, aunque  imperfecta y tiene sus servidumbres.

El ventrílucuo Mariano Moreno poniéndole voz a su títere Macario Catalá no ha tenido mejor ocurrencia que plantear la posibilidad de multar a los medios que publiquen filtraciones. Hasta la pandilla que se reúne por las noches en 13TV se llevaba las manos a la cabeza. Lo mismo, ahora que se habla de reformas constitucionales podrían derogar el artículo 20 de la CE que consagra la libertad de expresión e incluso, en pos de mayores garantías, podrían hacer lo propio con el 9.3 para  acabar con la irretroactividad de los actos que perjudiquen al ciudadano, y así Montoro tendría que dar explicaciones en vía judicial por anticiparnos  las irregularidades fiscales de Monedero. Nadie dudaría de esto último, al menos.

Ante todo esto, el tal Macario, en la indudable lucha de este partido por la regeneración democrática convirtió imputados en investigados. Parece que con el cambio de denominación se debe cambiar asimismo la situación procesal y gravedad de lo imputado, ¡perdón!, quería decir investigado.

Con el “brillante economista” Rato parece que ahora el problema no es el presunto alzamiento de bienes, sino que la policía pusiera la mano en su cabeza para introducirlo en el coche patrulla. La verdad es que mi conocimiento sobre como actúa la policía no es tan elevado como el que tienen bastantes de estos señores, digamos que no va más allá que lo que veo en las pelis de la tele. Y, ahí, o exageran, o no son precisamente hermanitas de la caridad los polis. Urge crear una sección especial en el Cuerpo Nacional de Policía, con policías específicamente formados, para que cuando haya que detener a estos señores se les trate con la delicadeza que sin duda merecen. Esperemos que éste gobierno se ponga pronto a ello.

Estos políticos que son elegidos por el pueblo ya sabemos que también legislan o debieran para el pueblo, aunque parece que en ocasiones con un concepto más restringido del término que podríamos traducir por clase (o casta) política. Y en este sentido el PP está dando todo una verdadera lección.

Hay políticos peperos de insospechadas capacidades, como Martínez-Pujalte y Trillo, que superan al mismo Monedero en esto de realizar informes. Han cobrado entre ambos más de 400.000 € euros por unos informes verbales.  Poco antes de que Trillo fuera contratado, su hermano fue nombrado alto cargo de la Junta de Castilla-León, siendo  encargado de la concesión de licencias de parques eólicos. La empresa que contrató a D. Federico, Collosa, vio incrementado considerablemente el número de concesiones gracias a los brillantes informes verbales de este señor  en los años en que estuvo asesorándola. Hay que agradecer a estos políticos que se dediquen a la política cobrando salarios tan exiguos, ya que  no cabe la menor duda de que esto de realizar informes verbales está cotizadísimo y si lo hicieran fuera de la política sus honorarios por ellos serian muy superiores. Y Urdangarín hasta se molestaba en imprimir los informes bajados de Internet. ¿Qué se puede esperar de un rudo deportista? ¡Urdangarín! ¡Verbales!, hombre, ¡verbales!, ¡que no te enteras!

Los de IU, no sé si por falta de oportunidades, parecen como más honraditos, aunque también tienen sus detalles. Como lo del camarada de las “black” está muy visto ahí tenemos a la ex del neosocialdemócrata. El rol de la mujer está cambiando y ya muchas se dedican a asuntos de gestión más elevada (como la Cristi o Ana Mato) y las economías domésticas han pasado a ser cuestión del varón. Así ella no sabía nada de los contratos que adjudicaban a su hermano y solo se preocupaba de apuntarse a algún que otro curso (había que completar el cupo exigido para obtener la oportuna subvención, aunque ella lo desconocería). Aunque persona tan ocupada no tenía excesivo tiempo para acudir con regularidad y aprovechamiento a los mismos.

Si nos irritamos con  estas cuestiones las facultades de Medicina y Psicología no tendrían capacidad de producir la cantidad de profesionales que requeriría nuestra sociedad. Es mejor utilizar los remedios de la abuela, disfrutar de cada numerito, echarnos unas risas y a ver que nos depara la próxima semana. Nuestra salud, y también nuestro bolsillo, lo agradecerán.

Decían en la antigua Roma que al populacho había que darles pan y circo. Como parece que lo del pan no lo arregla para muchos ni una tercera reencarnación de Dios (tras las de Jesús de Nazaret y Artur Mas), nos lo compensan sobradamente con grandes y cotidianos espectáculos. Y para el que el problema del estómago le resulte más acuciante otro remedio de la abuela, bicarbonato.
 
Fermín.